Wednesday, October 18, 2006

Un Padre Llamado Jairo

Lucas 8:40-56

Hoy celebramos el día del padre. De todos es sabido que este día no se celebra con la intensidad emotiva del día de la madre. Esto es debido a que algunos hombres han dado un mal ejemplo de lo que es ser un padre, otros por su falta de expresar sentimientos dan una impresión de que los padres somos fríos e indiferentes.

Cualesquiera que haya sido nuestra experiencia o impresión de nuestro propio padre, quiero decirle a todos los varones de nuestra iglesia casados o solteros, jóvenes o adultos, que Dios nos ha creado con la posibilidad de ser una influencia positiva y transformadora para nuestros hijos.

La buena noticia es que no es demasiado tarde para ser transformados en hombres que cumplan con el propósito de Dios. Quiero decirles que Jesús puede cambiar su vida y encaminarla en la dirección correcta hoy mismo. Ejemplo de ello lo encontramos en el texto que hemos leído, particularmente en la vida de un padre llamado Jairo.

Este es el contexto de nuestro relato:

a. Jesús regresaba de una gira que había hecho en la región de Gadara en donde había sanado a un hombre que había sido poseído por una legión de demonios.

b. Al llegar Jesús es recibido ansiosamente por una multitud gozosa. Dentro de esa multitud se encontraba un hombre, un padre que atravesaba por una experiencia difícil. Su única hija de 12 años estaba en proceso de muerte.

c. Jairo no era cualquier hombre sino un líder prominente de una congregación judía. Como principal jairo cuidaba del edificio, eso significa que era un hombre de confianza. También debía tener todo preparado para los servicios, eso significa que era responsable, tenía también que seleccionar a aquellos que participaban en el culto y a un asistente que cuidaba de los rollos sagrados, lo que nos indica que era un hombre con autoridad espiritual. Era conocido y respetado entre la comunidad, eso nos indica que tenía un buen testimonio.

Pero lo que más se destaca aquí es su rol como padre y su preocupación por la salud y bienestar su niña de 12 años. ¿Qué podemos ver en Jairo que nos sirve de estimulo para nosotros los padres?

1. JAIRO NO TUVO TEMOR NI VERGÜENZA DE BUSCAR A JESÚS (V. 41A)

Una verdad en cuanto a los hombres es que tendemos a aislarnos, a guardar silencio y a sufrir en silencio cuando atravesamos por dificultades. Muchas veces esto es una cuestión de temperamento pero otras simplemente es el ego mismo que nos impide ser humildes y admitir que hay situaciones o crisis que se escapan totalmente de nuestras manos, esfuerzos y posibilidades.

Pensamos que solicitar ayuda, buscar consejo o mostrar cualquier tipo de emoción es señal de debilidad. Pero no nos damos cuenta que al reprimir todos estos sentimientos nos volvemos más vulnerables y débiles. Se nos ha programado de tal manera que no nos damos cuenta que nos estamos negando el privilegio de manifestar las cualidades emocionales con las que Dios nos ha dotado.

Jairo no buscó a Jesús en secreto ni mucho menos en privado. Fue en medio de una multitud entre los cuales había conocidos y desconocidos que este hombre expuso su necesidad y su preocupación al Señor. No podemos dejar de notar dos aspectos importantes:

a. Jairo no envió a su esposa a buscar ayuda como algunos hombres acostumbran. Ni tampoco consideró enviar a uno de sus familiares o sirvientes.
b. Jairo fue a entrevistarse con Jesús personalmente.

Que diferente sería la familia y la iglesia si tuviéramos más padres como Jairo, humanos sensibles y humildes, que no tienen vergüenza de buscar al Señor.

2. JAIRO NO TUVO VERGÜENZA DE POSTRARSE ANTE JESÚS (V. 41B)

Jairo no solo le expuso a Jesús su angustia, sino que también le suplicó que fuera a su casa. Lo interesante de todo esto es que Jesús y Jairo no fueron solos. Los discípulos y toda la multitud iban también con ellos.

Fue camino a casa de Jairo que se da otro evento: la curación de una mujer cuya procedencia desconocemos. Ante las circunstancias que rodean a Jairo y su familia el tiempo es un factor importante. Y es allí donde el relato de la curación de esta mujer realza la historia de Jairo.

a. En medio de una multitud que lo aprieta, lo empuja y lo pisa, Jesús se detiene para saber quien lo había tocado. Y por lo que podemos leer Jesús no tenía intenciones de seguir sin antes saber quien era la persona que había tocado sus vestidos.

b. Jairo estuvo parado al lado de Jesús quizás razonando, al igual que los discípulos, en lo ilógico de la pregunta del Señor.

c. Al parecer la mujer, una vez que fue descubierta, contó todo a Jesús quien le dio todo el tiempo para que diera su testimonio. De otra manera ¿Cómo supo Lucas que su mal era ya de 12 años, que había gastado todo y que ningún medico pudo curarla?

d. Para Jairo aquella no era hora para testimonios, ya que estaba abrumado por el hecho de saber que si Jesús se demoraba a lo mejor sería demasiado tarde para su hija.

e. Jesús tiene un propósito: la vida de Jairo sería transformada pero él debía confiar en Jesús. Aquí hay una verdad muy significativa: para que Dios obre en nuestras vidas como padres, no basta sólo con saber que él puede hacerlo, hay que dar un paso grande y ese paso se llama confianza.

En eso estaban las cosas cuando Jairo se entera que lo inevitable había llegado a su hija. Seguramente en ese momento su ser fue inundado por una serie de pensamientos y sentimientos. No sabemos quien fue el que vino a dar la noticia a Jairo, pero por sus palabras vemos que no veía ningún objetivo en que Jesús llegara a la casa. ¿Qué podía hacer Jesús? Por eso le dice a Jairo: “Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.”

3. JAIRO NO TITUBEÓ EN COLOCAR EL BIENESTAR DE SU HIJA EN LAS MANOS DE JESÚS (V. 51)

Jairo tenía solamente dos opciones: a) Pedirle a Jesús que se olvidara del asunto o b) creer que Jesús podía remediar lo sucedido. Jesús simplemente lo anima: “No temas, cree solamente y tu hija será sana” Extraño ¿no le parece? El mensaje de aquel hombre fue claro para Jairo pero quizás no para Jesús.

El mensaje terrenal era de muerte: “Tu hija ha muerto” y de desesperanza: “… no molestes más al Maestro.” Sin embargo, el mensaje del cielo fue de esperanza: “No temas, cree solamente” y de vida: “tu hija será sana”

¿Qué nos dice esto? Que debemos colocar la vida de nuestros hijos en las manos de Jesús. No podemos estar las 24 horas del día y los siete días de la semana vigilando cada paso, pensamiento y comportamiento de nuestros hijos. Debemos confiar en que Jesús tornará el camino de nuestros hijos en la dirección correcta.

Mi querido hermano, usted y yo íbamos en la dirección equivocada pero que a nuestro juicio era la correcta, pero un día Jesús llegó a nuestras vidas y el curso de nuestras vidas cambió totalmente. El día que Jesús llegó transformó todo para algo mucho mejor.

Dios tiene un plan para usted aun en medio de circunstancias que parecen no tener solución. No tema, solamente crea que Dios puede no solo cambiar las circunstancias, sino también revolucionar su vida. Dios puede hacerlo un hombre nuevo, joven que me escuchas, solo Dios puede hacerte un buen esposo y un buen padre para tus hijos.

Nosotros como padres creyentes en Cristo podemos cambiar las estadísticas y la mala imagen que han dejado los padres irresponsables, sencillamente porque Dios nos ha creado con la posibilidad de ser una influencia positiva y transformadora para nuestros hijos.

La buena noticia es que no es demasiado tarde para ser transformados en hombres que cumplan con el propósito de Dios. Quiero decirles que Jesús puede cambiar su vida y encaminarla en la dirección correcta hoy mismo. Pero, ¿está dispuesto a dejar que Jesús transforme su vida? ¿Está dispuesto a colocar sus prioridades en orden? ¿Está dispuesto a servir al Señor con su familia? ¿Está dispuesto a caminar en la luz de Jesús?

Jesús te dice hoy: “No temas, cree solamente”

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